Cualquier lista que se realice sobre agentes biológicos siempre se quedará corta, la evolución y el ciclo vital hace que aparezcan nuevos agentes infecciosos.
Siempre que un trabajador sea susceptible de sufrir infecciones, intoxicaciones o procesos alérgicos de origen químico o no, estamos hablando de un riesgo biológico.
La duración de la exposición, así como la probabilidad y las características intrínsecas del agente será lo que define el riesgo:
Segura: manipulación deliberada de agentes biológicos (fabricación de vacunas…)
Posible: manipulación de elementos que puedan contener agenten biológicos (transporte de residuos tóxicos…)
Continua: manipulación de agentes durante toda la jornada.
Puntual: manipulación durante determinadas tareas.
Grupo 1: poco probable que cause enfermedad
Grupo 2: puede causar enfermedad e infección en el hombre y riesgo en el trabajo.
Grupo 3: serio peligro y produce enfermedades graves. Con tratamiento eficaz.
Grupo 4: peligro de propagación sin tratamiento eficaz.
Las medidas preventivas se tienen que tomar desde el origen pero también en los elementos difusores y trabajadores en riesgo.
La formación y la información recibida por el trabajador es una cuestión fundamental para evitar cualquier situación riesgo. Disponer de elementos de seguridad (EPI) y el mantenimiento en perfectas condiciones es una labor tanto del empresario como del trabajador.
Los controles sanitarios y revisiones periódicas son otras cuestiones a aplicar en la prevención y salud del trabajador.