Los acontecimientos recientes de casos sospechosos y confirmados del virus de Ebola ha puesto en entredicho todo lo que está implicado en la detección, tratamiento y curación de la enfermedad. Desde los protocolos a seguir, las medidas a tomar y, como no!, los equipos de protección que los profesionales sanitarios deben utilizar para poder tratar a enfermos de Ebola.
Desde la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Personal (ASEPAL), entidad que agrupa a fabricantes y distribuidores de Equipos de Protección Individual (EPI) en España confirman que los equipos están diseñados para proteger la salud y seguridad del trabajador. Cumple los requisitos y normas legales exigidas para su fabricación y posterior distribución. Insisten en la necesidad de la correcta elección de un EPI que se adapte a las necesidades y riesgo. En el caso del virus Ebola, indican que las autoridades han diseñado procedimientos y medidas necesarias para el control y prevención del contagio de Ebola. En estos procedimientos están incluidos los EPI.
Relacionado con esto la OMS ha efectuado un exhaustivo examen de la guía sobre el equipo de protección individual para trabajadores sanitarios. Con esto se quiere normalizar y explicar las diferentes opciones de EPP y ofrecer información para la adquisición de reservas por el brote actual.
La guía es producto del rigor científico y complementa otro tipo de procedimientos ya vigentes en el tratamiento y seguimiento del virus Ebola.
La guía incluye una explicación de cada una de las partes que compone el EPP e insisten en la importancia de una adecuada formación en el tratamiento del traje a la hora de ponerlo, quitarlo o desinfectarlo.
De la actualización de esta guía se desprende como dato fundamental que todo equipo de protección personal debe proteger las mucosas (nariz, ojos, boca) de las gotículas o partículas contaminadas. Se constata que las manos infectadas pueden transmitir patógenos a otras partes del cuerpo. Por tanto, es vital la desinfección de manos y guantes en todo el proceso de contacto con enfermos o posibles contagios.
Es evidente que el EPP es la herramienta más importante para evitar contacto y contagio del virus Ebola en los sanitarios, pero esto no es suficiente. Se insiste en la necesidad de disponer de instalaciones adecuadas de aislamiento, organización de las labores , control exhaustivo de quien o quienes realizan que funciones. El agua, la higiene y los desechos forman parte del protocolo que asegura la salud y riesgo del sanitario.
La elección del EPP más adecuado no solo tiene que tener en cuenta la protección del sanitario y paciente, sino también la comodidad y el aspecto práctico para que el trabajador pueda mantener y realizar su trabajo en condiciones correctas. Aquí surge el punto menos aclarado y con más difícil solución: el calor que sufre quien utiliza un equipo de estas características. Se sigue trabajando en este punto, pero hasta ahora no hay una solución aceptada por todos.
Está claro, el uso del EPP es el elemento fundamental para la protección pero se insiste en no romper ningún punto del protocolo de actuación para aumentar las probabilidades de no contagio.