La semana pasada unos cincuenta alumnos del Colegio Liceo Francés de Barcelona, concretamente de parvulitos (Entre 3 y 5 años), sufrieron una intoxicación alimentaria que derivó en gastroenteritis en al menos 30 de ellos.
La realidad es que más de 300 alumnos comen diariamente en el centro escolar, por ello los servicios sanitarios no descartan que hubiera nuevos casos. Al principio de la investigación sospechaban que se trataba de una toxiinfección por alimentos contaminados por algún microorganismo, situación que suele darse varias veces cada año en nuestro entorno en forma de brotes, y que suele generar síntomas leves que evolucionan favorablemente en pocas horas.
El responsable del servicio de comedor, se ha desvinculado de la intoxicación en el centro. Philippe Salle, director y consejero delegado de la multinacional francesa Elior, ha comunicado que su investigación sobre el origen del brote, concluye que fue el AGUA que se sirvió a los pequeños, la que ha causado el episodio de vómitos y diarrea. Y, declara: “El catering que se sirvió no tiene nada que ver, fue el agua. Es culpa de la ciudad.” Salle explicó también que tienen en marcha un protocolo de regulación muy riguroso que aplican cada semana en los 18.600 restaurantes y puntos de venta de comida y bebida que la multinacional tiene en 13 países a través de distintas marcas.
Después de lo ocurrido, el Colegio de Barcelona ha extremado la HIGIENE tras la intoxicación. El colegio internacional informó el lunes de que "se han adoptado varias medidas de precaución", como insistir al personal en el lavado de manos y la distribución de botellines de agua y desinfectante.