¡Por fin llegó el ansiado verano! Y es que lo primero que se nos viene a la cabeza es el calor, las terrazas, la playa… Pero el verano no siempre trae consigo cosas positivas. Las altas temperaturas suponen un riesgo laboral significativo para muchos trabajadores, en especial, para aquellos que tienen que trabajar a la intemperie.
Primera víctima mortal a causa de un golpe de calor
De hecho, el pasado 7 de junio, las altas temperaturas se cobraron a la primera víctima mortal de esta temporada. Un obrero de 55 años, que mientras desempeñaba su trabajo, comenzó a sentirse mal y se desmayó.
Por ello, es primordial que las empresas contemplen este riesgo dentro de sus sistemas de gestión de prevención de riesgos laborales, y que además, lleven a cabo las actuaciones preventivas necesarias para el control de esta contingencia, incluyendo entre ellas, la formación e información a los trabajadores.
En este sentido, es importante que los trabajadores sepan reconocer los primeros síntomas que el calor provoca en nuestro cuerpo para evitar males mayores.
Los 8 síntomas más habituales:
Si aparece alguno de esos síntomas, es esencial bajar la temperatura de nuestro cuerpo. ¿Cómo? Situarnos a la sombra, mojar nuestro cuerpo y beber agua.
¿Qué puede hacer una empresa para evitar este riesgo?
Existen muchas medidas de carácter organizativo que pueden ayudar a controlar el riesgo, como por ejemplo: