En el POST publicado anteriormente en nuestra web, La Unión Europea redobla sus esfuerzos contra el fraude alimentario, una práctica que produce pérdidas millonarias y resiente la confianza del consumidor, nos introducimos en el ámbito de los fraudes alimentarios, conociendo los ejes de trabajo y la legislación vigente para evitarlos.
Cuando con ánimo de lucro se colocan deliberadamente alimentos en el mercado con la intención de engañar al consumidor, se está cometiendo un fraude alimentario. Los fraudes no siempre van relacionados con el riesgo para la salud de los consumidores, no obstante, provocan la pérdida de la confianza del consumidor en la cadena de producción de alimentos.
La detección de fraudes alimentarios es una de las prioridades de investigación de la seguridad alimentaria. Aun así, se siguen contando con esporádicos casos de fraudes que invaden los titulares de nuestros medios de comunicación.
Actualmente, en este sentido, la carne de buey se ha puesto de moda como atractivo gastronómico en multitud de restaurantes del país, pero hay quienes sostienen que no toda la carne de buey que aparece en los menús de las cartas de los restaurantes es como dicen que es, carne de buey. ¿Se trata entonces de un fraude alimentario?
¿QUÉ DEBERÍA SABER EL CONSUMIDOR?
La carne de buey es una de las carnes más exquisitas, con un elevado precio, y se caracteriza por un color rojo intenso, compacta, con grasa entrevenada, con un sabor más fuerte cuando se degusta. El color de la grasa suele ser blanco o ámbar, tirando a dorado, indicando que el animal ha tenido una alimentación natural con pasto y cereal.
Según la normativa del Real Decreto 1698/2003, por el cual se establecen las disposiciones de aplicación de los reglamentos comunitarios sobre el sistema de etiquetado de carne de vacuno, se instaura la denominación de venta de, entre otros:
Además, una vez sacrificado el animal, la maduración de la carne de buey tiene lugar en una cámara frigorífica por un periodo entre 15 y 45 días, dependiendo del tipo de raza, alimentación, condiciones de vida del animal, etc. En este proceso se produce una evaporación de la humedad de la carne y el músculo se va convirtiendo en una carne tierna y de excelente textura, confiriendo las buenas características la carne de buey.
La primera causa para plantear el posible fraude de carne de buey es su escasez, ya que apenas se pueden encontrar explotaciones ganaderas de bueyes en España. Esto indica que es imposible que haya tanta oferta de carne de buey en tantos restaurantes. Además, el fraude también se puede cometer con un cambio de etiquetado en los mataderos o incluso en las cadenas de distribución.
Sin embargo, hay otras opiniones que sostienen que estas noticias generadas son una campaña en contra de la carne de buey para que otras invadan el mercado.
OTROS FRAUDES ALIMENTARIOS
El caso del posible fraude de carne de buey no es el único que existe. Hace pocas semanas conocíamos la noticia de la comercialización de carne de caballo no apta para el consumo humano, llevándose a cabo el sacrificio de caballos sin los controles veterinarios pertinentes, y la distribución de esta carne.
Otros fraudes han tenido lugar en 2013, cuando sale a la luz el escándalo de la carne de caballo en el Reino Unido, el que se detectó la presencia de ADN equino en las hamburguesas, la lasaña y en salsa boloñesa de productos de una cadena de supermercados, quienes reconocieron la presencia de trazas de hasta un 60% de carne de caballo en las salsas de carne picada.
Hoy en día, la legislación cuenta con poderosas herramientas para la lucha contra los fraudes, como pueden ser el etiquetado, los controles oficiales por parte de las autoridades competentes y la trazabilidad.
Esta última, la trazabilidad, es una de las herramientas más eficaces para combatir los fraudes alimentarios, permitiendo la rastreabilidad de cualquier alimento que vaya a ser utilizado para el consumo, a través de todas las etapas de producción, procesamiento y distribución.
Entre las funciones de la trazabilidad destacan facilitar la retirada del mercado de un alimento en concreto, aportar información al consumidor y asegurar la calidad del producto. Para su aplicación, es necesaria la implantación en la empresa del Plan de trazabilidad o Gestión de proveedores, tal y como ya se mencionó en el POST Planes de Prerrequisitos-APPCC.
Gracias a esta trazabilidad, que permite saber toda la información de los alimentos "desde la granja hasta la mesa", se puede investigar en que eslabón de la cadena alimentaria se ha roto esta trazabilidad para vender carne de vaca como carne de buey y así, poder actuar y corregir el problema.
Si quieres conocer más acerca de la trazabilidad y la seguridad alimentaria puedes ampliar información al respecto. En PREVENSYSTEM contamos con una variada oferta formativa con la que podrás formarte y conocer más acerca de la seguridad alimentaria, la trazabilidad, el sistema APPCC y la manipulación de alimentos, entre otros temas.
👍 Bien |
🤔 Interesante |
😦 Sorprendente |
¡Gracias por tu valoración!