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Noticias  /  ¡Feliz día de la mujer trabajadora!

¡Feliz día de la mujer trabajadora!

Hace más de 100 años, se instauró el 8 de marzo para celebrar el Día de la Mujer en algunos países del norte de Europa. Pero lo que comenzó siendo un homenaje a la mujer trabajadora se convirtió, años más tarde, en un día en pro de los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

08/03/2018

¡Feliz día de la mujer trabajadora!

Hace más de 100 años, se instauró el 8 de marzo para celebrar el Día de la Mujer en algunos países del norte de Europa. Pero lo que comenzó siendo un homenaje a la mujer trabajadora se convirtió, años más tarde, en un día en pro de los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

El verdadero origen del 8 de marzo se remonta a hace más de 100 años, concretamente el 8 de marzo de 1875, cuando cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York marcharon por las calles contra los bajos salarios, menos de la mitad de lo que cobraban los hombres. Esa jornada terminó con 120 mujeres muertas por la brutalidad policial y provocó que las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino.

El 25 de marzo de 1911, tuvo lugar nuevamente uno de los mayores desastres de la industria en Estados Unidos. 146 trabajadoras murieron en un gran incendio de una fábrica textil a causa de derrumbes, quemaduras e intoxicación por humo y otras se suicidaron al no tener escapatoria.

Los responsables de esas muertes fueron los propietarios de la fábrica Triangle Shirtwaist, que habían sellado las puertas de las escaleras y de las salidas para evitar que las empleadas robaran. Esta terrible tragedia trajo importantes cambios en la legislación laboral y provocó el nacimiento del Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles.

No fue hasta 1909 cuando se celebró por primera vez el Día de las Mujeres Socialistas en EEUU, un 28 de febrero. En 1910, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Por ello, hoy es una ocasión especial para reivindicar los derechos de las mujeres y su participación en la sociedad y en concreto en el mercado laboral.

En relación con la Prevención de Riesgos Laborales, que es el sector que nos ocupa, cabe destacar que nuestro marco jurídico en PRL no contempla diferencias entre sexos, esto es, sigue un patrón neutro. Lo cierto es que, desde la perspectiva de la seguridad y salud en el trabajo existen diferencias notables entre hombres y mujeres.

Esta diferencia se debe matizar y no implica que un sexo sea considerado frente al otro como el “sexo débil”, sino que nuestras diferencias hacen que los riesgos laborales se valoren de diferente manera. Por ejemplo, una mujer embarazada no podrá manipular cargas manualmente.

Además, es una realidad que en determinados sectores hay una mayor presencia masculina y en otros femenina, lo cual hace que los riesgos laborales y las posibles consecuencias sean diferentes para unos y otros.

En este sentido se observa que los hombres tienen más probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares; problemas auditivos; problemas respiratorios, etc. Las mujeres, en cambio, sufren más problemas relacionados con riesgos psicosociales y ergonómicos, como puede ser el estrés laboral; problemas músculo-esqueléticos en las extremidades superiores ó incluso enfermedades infecciosas.

Tenemos que valorar los siguientes riesgos:

El acoso sexual y acoso moral por razón de sexo en el trabajo: Se siguen originando situaciones que constituyen un atentado grave contra los derechos fundamentales, en este caso, de mujeres trabajadoras.  En concreto, situaciones de acoso sexual o de desigualdad en el empleo.

La doble presencia: cuando las mujeres trabajan tanto fuera como dentro del hogar, recayendo en ellas todas las responsabilidades de la casa y la crianza o cuidado de otros miembros.

Precariedad laboral: según estadísticas y diferentes estudios, en muchos casos las mujeres cobran menos salario que hombres realizando el mismo trabajo. Y en términos generales, se ha demostrado que las mujeres deben mostrarse más exigentes con los demás e invertir más esfuerzo para el alcance de sus objetivos.

Reproducción y lactancia: hay que tener en cuenta que determinadas condiciones de trabajo pueden afectar a la salud del feto y embarazada, por lo que se deben adaptar ciertas medidas preventivas.

Así se interrelacionan los aspectos más técnicos, relacionados con la seguridad en el trabajo, con las características personales y de género, consiguiendo una mayor efectividad e integración de la Prevención de Riesgos Laborales en las empresas!!

 

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